¿Cómo percibimos nuestro entorno y cómo interactuamos con él? ¿Qué ocurriría si cada vez que abriéramos los ojos para mirar fuésemos conscientes del milagro que supone que a través de ellos podamos ver el mundo? ¿Qué ocurriría si pudiéramos estar agradecidas por cada uno de los sonidos que llegan a nuestros oídos a lo largo de nuestro día? En esta práctica cultivamos un sentimiento de profunda gratitud hacia nuestro cuerpo y hacia la vida.